Un buen día deambulando por una tienda de chinos se me encendió la bombilla al ver una de esas cajas o lo que sean. No tengo muy claro para que sirven, pero a mi se me ocurrió la idea de que barnizadas podían servir como vitrinas. Así que me pillé una que por su tamaño pensé que me vendría bien y por 9 eurillos me la llevé. Después de eso se pasó aburrida en una estantería varias semanas por culpa de la tendencia friki de andar metido en demasiados proyectos a la vez. Es lo que se llama "Síndrome de la mente inquieta" o más conocido como Síndrome de Diógenes.
Pero vamos que me lío. Un buen día con el barniz ya comprado (y después de haber pasado varias semanas madurando en una estantería, por supuesto) me dediqué a barnizar la caja. La primera mano no me convenció del todo. la segunda tampoco, aunque se notaba ya alguna mejoría y ya con tres manos y harto de pringar la caja la di por terminada. Se puede mejorar, pero es que el ansia me podía y quería terminarlo y meterme en otro tema.
La fijé a la pared con taco y tornillo, a lo bruto. Tanto que casi me la cargo. La chapa es muy débil y no aguanta el atornillador pero una vez en la pared queda bastante bien.
Y llena de miniaturas queda mucho mejor. Caben 60 miniaturas. La voy a utilizar para desatascar los maletines y para tener a mano las miniaturas en cola de pintado pero que no quiero que se llenen de polvo en la mesa. Así las veo y me pica el gusanillo.
En esta primera, ya que pienso poner al menos otra, está la banda de anglodaneses de Saga, miniaturas de infinity y kensei y alguna raruna de las que regalan en los torneos.
Una idea brillante.
ResponderEliminarEstaba inspirado.
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