Historias de la Guardia (pon un pecio en tu vida) Capítulo 4: Rescate.
El coronel Záitsev estaba revisando los datos de la misión por enésima vez cuando reparó en algo que parecía una señal de posición pero que había sido pasado por alto. Al parecer, la escuadra del fallecido Novikov había pasado relativamente cerca de un robot explorador que se había extraviado hacía unos días. Ese robot podía contener información relevante para la misión. Inmediatamente se organizó una nueva escuadra para intentar rescatarlo.
La nueva escuadra estaba al mando del capitán Igorovich. Tras adentrarse en el pecio y encontrar el robot, se disponían a emprender el camino de vuelta cuando los escáneres revelaron múltiples contactos que les cerraban el paso. La escuadra avanzó lo más rápido posible. Comenzaba el baile.
En una intersección Vasily, equipado con un rifle de plasma se enfrentó y mató sin problemas a cuatro engendros.
La escuadra siguió avanzando a buen paso por los oscuros corredores.
Los contactos seguían acercándose y acechando a los guardias.
Se produjo un primer ataque de tanteo, que fue rechazado sin problemas. Varios genestealers ocuparon una sala.
Pero Mika corrió hacia ellos y los abrasó con el lanzallamas.
El ataque continuaba intermitentemente sobre la vanguardia.
El soldado Kozov cayó herido en una intersección.
La escuadra se separó durante la frenética carrera y parte de ella ocupó la sala incendiada.
El ataque continuaba y las bajas seguían aumentando.
Mika se trataba de abrirse paso con el lanzallamas.
Mientras varios rezagados se enfrentaban y morían a manos de los genes.
El capitán primero...
...Vasily después....
...y por último Rodhia.
Los últimos guardias desesperados se apresuraban a escapar de la trampa.
Pero fueron cayendo uno tras otro.
Cuando sólo quedaba un solitario guardia y el robot se encaminaba hacia la salida...
Todas las opciones se desvanecieron en una marea de genestealers sedientos de sangre.
La escuadra había sido aniquilada al completo. Más nombres fueron escritos en la lista de bajas y más cartas hubo que firmar para las familias de los muertos. Pero en medio del desastre, una tenue luz iluminaba el camino. El sargento de la escuadra llevaba un pequeño escáner en el que parpadeaba una lucecita, una lucecita que abría la esperanza. Y un mensaje en la pequeña pantalla.....Transmitiendo datos.
Capítulo ICapítulo II
Capítulo III
genial :)
ResponderEliminara ver como siguie la campaña!
Sangrienta, ya te lo digo yo. Aquí se muere hasta el apuntador como en las pelis de Tarantino.
EliminarMaravilloso, así da gusto leer informes de batalla :-)
ResponderEliminarNo creo que a nadie le guste leer tiradas de dados tras tiradas de dados. Un poco de trama y la historia fluye sola.
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