Campaña Space Hulk III: Exterminio

Historias de la guardia (pon un pecio en tu vida) Capítulo 3

A pesar del desastre el plan seguía en marcha y el Objetivo Beta estaba en el punto de mira.  La escuadra al mando del capitán Nóvikov estaba dispuesta a vengar a sus compañeros caídos, y con esa idea en mente se desplegaron por la zona asignada ocupando varias salas y avanzando hacia los objetivos. La misión estaba clara, matar todo lo que se moviera en la oscuridad de los corredores. El capitán había equipado a sus dos especialistas, Irina y Popóv, con rifles de fusión en lugar de los lanzallamas, confiando en que las poderosas armas aniquilaran sin problemas a los monstruos.

A una orden de Nóvikov los guardias rápidamente avanzaron hacia los corredores donde se esperaba que aparecieran los genes. Irina con el fusión, el sargento Ivanov, Volodia y Kolia se dirigieron a la zona Oeste mientras que el capitán, Popóv, Sokolov, Lédvedev y Kozlov se encaminaron al Este.

En cuanto Irina tomó posición en una bifurcación comenzaron a aparecer genes. La soldado aprestó el arma y espero a tener un buen blanco para enviarlos al infierno.

Mientras, Kozlov se dirigió rápidamente a su objetivo para cubrir los corredores del Este.

El número de genes aumentó rápidamente con la aparición de varios engendros más...

Que se lanzaron a un enloquecido ataque mientras Irina impasible iba eliminándolos a todos con el fusión. Parecía que la decisión de Novikov de sustituir los lanzallamas había sido la acertada.

El número de genes eliminados aumentó rápidamente.

Kozlov llegó a los corredores del Este y tomó la posición. (Los genes incapaces de acechar se marcharon para reforzar el ataque por el lado Oeste.)

Viendo que por este lado no había enemigos, el resto de la escuadra dio la vuelta para apoyar al grupo del sargento Ivanov. El soldado Kozlov se quedó solo.

Ante el gran número de enemigos Irina decidió retroceder buscando el apoyo de sus compañeros pero en un descuido un alien se coló y la hirió de un rápido golpe. El monstruo fue eliminado por los disparos de láser de Volodia y Kolia.

Irina es herida por el gen.

Entretanto Novikov seguía conduciendo los refuerzos temiendo no encontrar más que cadáveres cuando llegara a su destino.  

Más y más genes se agolpaban en los pasillos para atacar mientras los guardias tomaban posiciones tras poner a salvo a Irina.

Al comprobar que la habitación era una barrera casi infranqueable unos cuantos genes avanzaron por un segundo corredor para rodear a los guardias.

Pero Novikov y los refuerzos llegaron a tiempo de cubrir la retaguardia de Ivanov y tomaron posiciones para repeler a los genes en cuanto aparecieran.

Sin esperar a que sus congéneres llegaran a su destino el primer grupo de genes lanzó un fuerte ataque y penetró en la sala a pesar de los disparos de los defensores. Durante el combate resultó herido Kolia antes de que consiguieran rechazarlos.

Mientras tanto los genes del grupo de flanqueo se disponían a atacar al grupo de Novikov.

Entre siseos y arañazos los genestealers iniciaron el ataque contra el grupo de Novikov con resultados desastrosos, Popóv, Sokolov fueron eliminados.

Novikov se enfrentó entonces al enemigo pero también cayó herido.

Con la mitad de la escuadra eliminada Lédvedev, Ivanov y Volodia se dispusieron a vender caras sus vidas.

El ataque de los genestealers fue fulgurante  y Lédvedev recibió una gran herida en el costado. El sargento mató al gen y Volodia liquidó a otro más que apareció por la esquina del corredor. Entonces se detuvo el ataque de forma repentina.

El sargento y Volodia permanecieron en guardia varios minutos más sin poder creérselo hasta que Volodia se acercó al comunicador que portaba Lédvedev y pidió ayuda para evacuar a los heridos.

Los líderes de la progenie dirigiendo a sus animalicos. Dan miedito del bueno.

El porque de la retirada de los genestealers fue un misterio, pero los tiránidos son así, impredecibles.  Lo que sí estaba claro es que la misión iba a ser mucho más difícil de lo que esperaban en un principio. El número de bajas aumentaba a cada misión y los objetivos pendían de un hilo. Pero no podían permitirse el lujo de fracasar, tenían que cumplir la misión costase lo que costase.

Capítulo I
Capítulo II