Informe warhammer reforged: enanos contra no-muertos

Bueeeno, pues aquí llega otro informe informal. Mi hermano y yo quedamos una vez más para darnos cera con los dados. Como el tiempo, con familia, es más bien escaso, la batalla se acordó a 1000 puntitos. O sea que se esperaba algo rápido y letal...y vaya si lo fue.

La partida se jugó en casa de los enanos,  y eso marcó la partida XD. Con una taberna y un santuario enano cerca, los enanos aprestaron escudos y hachas formando una larga línea de barbudos ceñudos seguros de que sus ancestros les iban a bendecir con su protección. 

 Ante tal muestra de escudos de primera calidad....los no-muertos iniciaron el avance....total, ya estaban muertos ¿Que les podía pasar?

 Unos apestosos y cobardes necrófagos se apresuraron a ir a por la catapulta.

 Mientras los necrófagos avanzaban la catapulta disparó contra los tumularios destruyendo a 4 de ellos.¡Uy!

 En el siguiente turno los necrófagos se desviaron para esquivar a un regimiento de enanos que maniobró para enfrentarse a ellos. El resto de enanos mantuvo la línea  mientras los no-muertos ¡¡¡avanzaban sobre terreno sagrado enano!!! Los ancestros enanos hicieron que todas las tiradas para invocar esqueletos en esa unidad fallaran estrepitosamente.

 La magia nigromántica se debió tragar las fotos del turno anterior. En ese turno los martilladores cargaron contra los esqueletos destrozando a 8 en el combate. Los necrófagos eliminaron a la dotación de la catapulta (malditos sean mil veces). Los tumularios cargaron por el flanco contra los martilladores, que aguantaron como unos campeones.

 Los guerreros del clan ignoraron a los necrófagos y cargaron contra los tumularios para apoyar a su general.

 El apoyo de los guerreros del clan permitió a los enanos eliminar a los esqueletos y diezmar a los tumularios.

 Los esqueletos del flanco cargaron contra el otro regimiento de enanos sin conseguir nada.

Al final los tumularios fueron destruidos y el nigromante decidió que ya tenía suficiente y huyó cobardemente para lamerse las heridas.

Al final los no-muertos se llevaron a casa una paliza monumental y mis enanos lo celebraron como debe ser, con mucha cerveza.