Esta montaña escalonada llevaba guardada en una caja varios años a la espera de ser terminada y puesta en mesa. Y ahora, por fin, como necesito probar colores y texturas para futuros proyectos, le ha tocado el turno.
El otro día compré un bote de pintura con arena en bricomart, pero como de costumbre, la gama de colores no me acomodaba, elegí un marrón, que resultó ser, una vez abierto el bote, muy, muy clarito.
Así estaba la montaña, tres capas de poliestireno de 4cm pegadas a una base de DM a la espera de recibir amor.
El color no se parece al de la etiqueta ni por casualidad, pero tampoco me desagrada, además la idea es que este color me sirviera para la playa del tablero modular (Que me sirvió, vaya)
Una vez seca la pintura, le di un pincel seco de un color más claro. Y preparé para añadir piedrecitas y plantas.Piedrecitas de Ikea y plantitas recogidas de la madre naturaleza y secas.
Y por fin terminada, la verdad es que no me he complicado nada con ella. Era una prueba para ver si me gustaba la pintura con arena en algo grande antes de liarme con la playa del tablero modular.
Para las siguientes imágenes a modo de comparativa de tamaño se prestan mis Gurosu. El color de la arena es lo bastante similar para que no se note a primera vista.Desde luego, altura no le falta.
Ahora unas vistas desee varios ángulos. Piedrecitas y alguna planta ayudan a que no sea monótona. Y ahora otra comparativa, no me resistí a poner un par de fervorosos creyentes de mi querida Guardia Imperial. Un sacerdote y un misionero.
Espero que os haya gustado.