Voy a poner de nuevo mis conclusiones a la hora de enseñar a mis hijos a pintar, ya las puse en la anterior entrada, pero me parecen interesantes.
Enseñando a pintar a mi hija he aprendido que no hay que agobiarles con esta técnica o esta otra. Hay que procurar que se diviertan y, en el proceso, ir explicándoles las técnicas más sencillas y asequibles para ellos, ya que si se agobian o aburren no pintarán, que al fin y al cabo es lo que querían cuando se sentaron a la mesa.
En el caso de Ania opté por imprimación negra, pincel seco y tintas. todo sencillo fácil de aprender. Como es fácil de aprender, terminan miniaturas en un tiempo razonable y eso les sube la moral y les motiva a continuar. Con esto consigues que vuelvan a la mesa de pintura con optimismo porque ve que su esfuerzo da resultados.
Espero que os guste.