Trasfondo enanos: Cervecería de Kragsson

A 10km al Suroeste de Karaz-Urbar, siguiendo el curso del Río Volturno, como lo llaman los tileanos, se halla la cervecería de Kragsson. Dicha cervecería es la más famosa de Tilea, y su cerveza es vendida incluso en Estalia y algunas zonas de Bretonia. Oleg Kragsson es el actual Maestro cervecero, hijo de Olsen Kragsson y nieto de Swain Kragsson, fundador y uno de los más grandes Maestros cerveceros de Karaz-Urbar. La cervecería de Kragsson es muy productiva, de ella salen cada año 30.000 barriles de cerveza con destino a todas las ciudades de Tilea, buena parte de Estalia y a través de la ciudad de Miragliano a Bretonia, aunque los bretonianos son más aficionados al vino, hay un buen mercado para la buena cerveza enana. Por no hablar de las fortalezas enanas como Karak-Izor, Karak-Hirn o Varak-Varr que son grandes importadoras.

Ubicada cerca de la confluencia de dos ríos aprovecha la fuerza del agua  subterránea que fluye bajo la cervecería para mover la maquinaria y para defenderse de los ataques de alguna que otra tribu de pieles verdes que, erróneamente, cree que la cerveza es para ellos. Debido a ello la cervecería está fortificada y se ha construido hacia abajo. Una serie de galerías subterráneas, excavadas en la roca, conducen a las salas de almacenaje y otras dependencias donde se elaboran las distintas variedades de cerveza que fabrican los maestros cerveceros. La Kragsson ahumada y la kragsson tostada son de las más populares, sin olvidar la potente kragsson negra,  o una serie de cervezas de alta fermentación aderezadas con especias o hierbas. Hasta 20 variedades diferentes se producen en las salas subterráneas donde más de 400 enanos trabajan a las órdenes de Oleg. Debido a la alta demanda, Oleg está pensando ampliar la cervecería con una o dos salas subterráneas más, por lo que ya está en tratos con un clan minero para estudiar la mejor manera de hacerlo.

Las caravanas que parten de la cervecería van fuertemente armadas para evitar los ataques de los pielesverdes. No menos de 200 enanos las custodian, y eso las más pequeñas. Una fuerza que disuade a casi todos los posibles atacantes. Pavona, Trantio o el puerto de Remas son los destinos más habituales después de la propia Karaz-Urbar. Desde allí se distribuye por medio de las delegaciones enanas establecidas en ellas.